(Armadura Femenina)
Nombre del Juez: Minos
Nombre del envase humano: Minos Kattalakis
Edad : Indefinida
Edad humana:16 años
Rango: Juez del Inframundo
Surplice: Grifo
Lugar: Estrella Celeste de la nobleza
Ubicacion: Tercera esfera: La Ptolomea
Procedencia: Oslo (Noruega)
Procedencia del envase humano: Grecia
Altura con las botas: 1.65 mts Altura real: 1.58 mts
Peso: 52 kgs
Signo: Libra
Otros Detalles: Es bailarina clasica profesional. Desde chica que baila. Tambien es experta en aikido, durante muchos años se entreno en la disciplina como arte de defensa.
Complexión física: Es delgada y voluptuosa, pero de cuerpo pequeño. Entreno desde pequeña para ser una bailarina clásica así que tiene una musculatura firme, pero es extremadamente flexible a la hora de moverse. No es muy alta pero lo disimula bastante cuando tiene puesta su armadura.
Vestimenta: Generalmente esta vestida con su armadura oscura, pero a pesar de eso, si tiene oportunidad vuelve a vestirse como lo hacia mientras que era humana. A pesar de ser bailarina su vestimenta se basaba en pantalones jeans o de cuero y una gran variedad de corsets. Usaba siempre un sobretodo de cuero de color rojo.
Carácter: Tiene un carácter especial. Todo depende de su ánimo. Por lo general siempre esta tranquila. Tiende a tener la paciencia que le dio todo el entrenamiento para bailar, pero es extremadamente pasional con las cosas que quiere. Y cuando su paciencia se acaba, tiende a no dejar títere con cabeza.
Comportamiento: Es seria y formal. La criaron para ser una dama aunque odia esa formación. Usa el sarcasmo al hablar cuando algo la molesta. Es extremadamente pasional cuando se empecina en lograr algo. Tiende a cumplir lo que dice y promete. Prefiere morir antes de romper su palabra. También es extremadamente fiel a Hades. Aunque solamente podría contradecirlo cuando se trata de la burra.
Historia: El recinto estaba iluminado por apenas unas antorchas de fuego. De manera muy rustica. En el centro se hallaba un escritorio de caoba oscuro, pulido y brillante, con una silla de igual material haciendo juego.
Sobre la superficie de aquel mueble había una libreta negra, que estaba siendo escrita por la mujer de cabello blanco que se encontraba sentada frente a ella.
Tenía puesta una túnica color blanco, completamente delicado y fino, pero en contraste se encontraba descalza.
Se llevo la mano a los labios para saborear el te Earl Grey que se había preparado en su juego de te de porcelana china delicadamente confeccionado. Dejo la taza a un lado y volvió a su escritura.
Inframundo, 14 de Marzo de 2012
Querido Diario:
Hace exactamente una semana que descubrí que soy la reencarnación del juez de Grifo. Ya me parecía demasiada casualidad que a mi madre se le hubiesen salido los tornillos cuando decidió llamarme Minos.
Aunque sea increíble de creer, Hades “Mi amo” no es otro que aquel niño que tocaba el violín en los recitales donde yo bailaba, Abel Delacroix. Una coincidencia increíble y totalmente irónica que aquella personita sea el amo del inframundo.
Aunque lo mas increíble de todo, es que esa flacucha multicolor termino convirtiéndose en Pegaso. ¿Extraña coincidencia? No lo creo. El destino es cruel y las tres parcas son las zorras más grandes que alguna vez hayan existido.
En fin… Otro día monótono en el inframundo, aunque ardo en ansias de partir su cara multicolor para demostrarle que realmente voy a ser superior a ella toda la vida…
Con una sonrisa, deje de escribir y comencé a ojear las paginas anteriores. Aquel diario que había estado siempre conmigo llevaba detalle de todo. Suspire antes de volver a tomar mi taza. Recordando aquellos momentos donde todo comenzó por primera vez…
Nací en una casa de alta cuna. Durante toda mi vida mis padres trataron de criarme entre algodones. Al principio se los permitía pero a medida que comenzaba a crecer aquello aburría. La vida de la alta sociedad era completamente monótona y vacía.
A pesar de que ellos me querían, encontraba superficial todo lo que me daban. Mi padre era un senador y mi madre era cantante de Opera y ex bailarina clásica.
En uno de sus viajes a Inglaterra Vane Kattalakis había conocido a Bride. Y al poco tiempo de casarse nací yo.
Ellos disfrutaban de aquella buena vida mientras yo deseaba más. Pero a los 4 años algo se torció en esa vida y mi madre me obligo a estudiar para bailarina como lo había sido ella. Al principio a regañadientes, pero con el paso del tiempo aquello se había vuelto mi escape necesario en la vida, y había comenzado a amar aquel baile.
Sin mucho mas así pase mi vida. No había demasiado para hacer. A regañadientes los había convencido de que me permitieran estudiar Aikido. Alegando que era para defenderme en el caso de que alguien quisiera abusar de mí, y así habían accedido.
Cuando cumplí los 15 años, ellos me llevaron de viaje a recorrer el mundo. A pesar de ver muchas maravillas, la que mas me gusto había sido Francia. Quería quedarme. Sentía que debía estar allí como fuera.
Le rogué a mi madre que me dejara allí. Quería bailar en sus escenarios. Sabia que debía quedarme en ese sitio fuera como fuera. Y ella decidió darme una oportunidad. Hice una audición de baile, pasándola.
Con un nuevo sueño, nos mudamos a Francia para que yo pudiera bailar allí. Me anotaron en una escuela para que pudiera continuar mis estudios.
Hasta ese momento mi vida había sido aburrida ¿Verdad? No hay demasiado para decir de algo que fue frívolo y vacío siempre. Pero la noche de mi primer recital de baile, haciendo el lago de los cisnes todo cambio…
Habían traído una banda y en ella había un joven que tocaba el violín. Parecía serio sin duda y tocaba de manera exquisita aquel instrumento. Era como una extensión de su mano.
Después de terminar aquel baile me acerque a la banda para felicitarlos, y me acerque a el en particular para felicitarlo por su interpretación.
Era serio y parecía tímido. ¿Había sido demasiado brusca al acercarme a hablarle de manera tan directa? Tal vez lo había intimidado ya que tenía demasiada energía.
A pesar de eso, cada vez que el tocaba o yo bailaba nos cruzábamos y hablábamos. Como era la única persona que conocía y con la que me llevaba bien, le pedí a mis padres que me cambiaran con el para poder asistir a la escuela con alguien conocido. Pero hacer eso solo fue para llevarme una sorpresa desagradable. Aquella persona que se había convertido en mi amigo tenia una novia. Una mujer corriente y vulgar que tenia la cabeza de varios colores. En ese momento sentí muchas cosas. Envidia, furia, frialdad. Pero lo más importante es que sentí que tenía que destrozarla.
A partir de ahí, comenzamos a competir. Aunque sentía que la que competía era yo. Pero lo disfrutaba. No podía permitirme perder. Yo había nacido en la alta cuna y había sido educada como una dama. Era la mejor bailarina y ella era una burra común y corriente con el pelo de colores.
Durante un año competimos. Pero después de aquello. Abel desapareció misteriosamente un día…
Y lo mas curioso fue que yo desperté como juez a los pocos días, llevándome la sorpresa de que aquel niño que tocaba el violín. Era Hades… y que la burra resulto ser el nuevo caballero de Pegaso…
Irónico… y divertido…
¿Verdad…?