Nombre:Anniken Fiskarna
Género:Femenino
Edad:Cree tener 20
País de orígen:Dinamarca
Lugar de entrenamiento:Grecia/Polonia
Imagen:Anniken- Spoiler:
Vanity- Spoiler:
Apariencia:De altura aproximada 1.71 m. cuerpo esbelto y atlético, sus ojos grandes y brillantes son de un azul eléctrico que lucen limpios y cautivantes, posee hoyuelos cerca de sus mejillas al reir con un rubor natural de las mismas, y aquellos labios delicados y sonrosados pero carnosos. Y todo aquello sería envuelto perfectamente en un marco de crespo cabello negro corto, sedoso y resplandeciente, si no los tapara la máscara de oro que debe usar siempre. Su piel, delicada y suave es de un tono blanco aduraznado sin imperfección alguna. Su aura parece destilar frescura que se nota en sus gestos corporales. Si no esta usando su leotardo como las demás amazonas en el santuario, se la verá con ropa sencilla, aunque siempre le puedes ver algo puesto con encajes, los encuentra adorables. Su apariencia entera luce menor a la edad que debería tener actualmente.
Cuando Vanity esta bajo el control de su cuerpo, sus azules ojos se tornan de un tono dorado, con una mirada calculadora, atrayente y misteriosa, pero peligrosa, su lenguaje corporal se torna orgulloso, altivo como el de una emperatriz, pero como si presumiera lo que los demás mortales no pueden poseer. Su lengua se vuelve filosa y su voz que antes parecía una dulce melodía por lo calmada y cantarina, ahora parece tener matices oscuros, siendo la sensualidad predominante. Es normal que vista con cuero o con ropas en las que se puedan apreciar más sus “atributos”.
Vanity dentro de la mente de Anniken suele poseer el cabello rubio y largo, en el que se forman grande bucles y rizos, un cuerpo exuberante apenas cubierto por un corto vestido irónicamente de color blanco, pero cuando están discutiendo, se puede apreciar que este cambia a unos tonos más oscuros, su piel es bastante pálida, pero sus labios que siempre traen una sonrisa natural pero cargada de segundas intenciones son de un tono rojo sangre que hacen juego con los tatuajes de inscripciones extrañas que están sobre su piel. Sus ojos son de un tono entre rosa y dorado, con un mirar oscuro y vicioso. Lo curioso, es que ambas miden lo mismo y si no fuese por las diferencias citadas anteriormente, se pueden decir que son mellizas.
Personalidad:Anniken es una persona bastante sociable, fresca, curiosa, aventurera, algo efusiva imaginativa y risueña, logra acoplarse a la edad de los más jóvenes que incluso llegan a pensar que tienen la misma edad, tiene tendencia de tomar algunas cosas a la ligera. Es bastante liberal, femenina, de pensamiento abierto, aun así es bastante madura y siempre sugiere alguna solución a un problema, para darles la opción a los demás que los resuelvan ellos mismos. No tiene por costumbre ordenar a menos que la ocasión amerite. Prefiere el diálogo antes que usar la violencia, pero si no le queda de otra, prefiere acabar con todo de raíz, aunque a veces los sentimientos suelen influir en sus decisiones. Cuando no sabe que decir prefiere estar en silencio, cuando está histérica, es mejor salir corriendo y buscar refugio, no sea que por equivocación estés en el blanco de sus rosas sangrientas. Es bastante leal a Athena, ciegamente haría lo que le pide sin pensarlo demasiado, aunque le sorprende que en esta época se presente como un chico, siente que es su deber encaminarle a ser el dios (a) que espera la humanidad. Sus risas y alegrías aunque genuinas, esconden un trasfondo bastante turbio, ya que siempre esta buscando la forma de no pensar en la oscuridad de su corazón, o como esta entidad se autonombra: Vanity.
Vanity tiene una personalidad bastante oscura, como su nombre lo indica, su vanidad y orgullo parecen ser infinitos, es pesimista con lo bueno y optimista con lo malo, incluso dando apoyo a desarrollarlas. Es bastante cínica, cruel y malintencionada, lujuriosa y sádica. Cada vez que se encuentra hablando con Anniken siempre intenta sacarla de balance, de ser la voz que le dice las cosas malas que debe hacer. Ya que comparten cuerpo, si algo malo llegase a pasarle a Anniken, tomará en seguida el control del cuerpo para poder defenderlo. Odia a los bastardos que intentan mancillar la hermosa figura de su contenedor, especialmente si estos son hombres. Vanity parece conocer todo su pasado, pero no tiene intensión de contarle ni ápice de lo que sabe o hace parecer que sabe.
Adicional: Siempre que puede Anniken se escapa del santuario para practicar danza interpretativa en una academia en Atenas. Ya que e el santuario su rostro no es conocido por muchos, es como si usara su verdadero rostro como una máscara para el mundo.
Historia:Apenas y recuerda unos pocos sucesos de su infancia y niñez, curiosamente relacionados con la época oscura del santuario, donde Saga había asesinado al Patriarca para controlar las huestes de Athena. Hecho que encuentra curioso y perturbador, pues su apariencia no demuestra más que de 20 años. De lo poco que recuerda esta una escena en la que esta feliz por haber logrado controlar su veneno para no lastimar a quienes se acercaran, su primer maestro, un hombre sumamente hermoso que debía rondar por la edad de 23 años también se mostraba orgulloso por el progreso de su joven alumna que debía contar con sus tiernos 6 años.
Sin embargo no todo era color de rosas, pues pudo ver de primera mano como los que intentaban desertar del santuario y eran apresados, desollados vivos, lanzados por los riscos e incluso muertos por el propio “patriarca” al saberse insultado por estos “traidores a Athena”. Antes de la Batalla de las 12 casas fue enviada a Polonia a continuar con su entrenamiento, pues se reuniría con su maestro en lo que acabaran con los santos de bronce. Lo que no sabría hasta mucho después, es que su primer maestro fue muerto junto al falso patriarca durante aquella guerra civil.
Siguió viviendo en Polonia junto a su segundo maestro, Zánder. Continuó viviendo allí hasta la muerte de su segundo maestro, a quien creyó asesinar por el ritual sangriento de los guardianes de piscis.
Vanity hizo aparición en su mente por primera vez cuando esta apenas contaba con 7 años de edad, llegó como una descarga de energía que la golpeó de lleno cuando se preparaba para un entrenamiento de rutina con Zánder, aunque este no se diese cuenta de lo que verdaderamente pasó ya que solo lo tomó como una explosión de cosmos normal en un aprendiz, y lo que empezaron con inocentes bromas, se fueron tornando a hechos más oscuros, de los cuales recuerda unos pocos pero no por ellos le dejan de ser perturbadores. Poco después de la aparición de esta entidad dentro de su mente, empezó gradualmente a perder los recuerdos de su infancia, incluso habían lapsus de amnesia en los cuales verdaderamente desconocía como había llegado a “x” lugar sin proponérselo.
No la habían mandado a llamar sino hasta cuando cumplió quince años. Ya había pasado un par de años de la muerte de su maestro y se había mudado a las afueras de Varsovia, ganándose la vida como bailarina de teatro. El santuario estaba nuevamente esperando el regreso de la diosa así que necesitaban a alguien que ocupara el puesto vacante de Piscis. Anniken aceptó, y en lo que llegó al santuario, se fue enterando de todo lo ocurrido durante su ausencia. As mismo la presencia de Vanity tomaba forma en su mente que incluso influenciaba en sus ataques en las misiones, más feroces, e incluso las flores que invocaba tenían matices o pétalos azules. Por lo que pasó a ser llamada “La Rosa Azul” del santuario.
Desde su llegada, se esperaba que fuese como el Anterior Santo de Piscis, alguien que fuese prácticamente solitaria, con un sentido de la justicia en el que solo el fuerte debe tener la razón. Cual seria la sorpresa de la mayoría al ver que esa jovencita se había robado la admiración y el corazón de muchos, y el miedo de unos contados que tienen la suerte de estar vivos todavía.
Recientemente al cumplir sus creídos 20 años, fue enviada a encontrar a la joven encarnación de Athena en los Estados Unidos. Vaya impresión que se llevó de encontrarse a la diosa en el cuerpo de un chico, como si ese simple hecho significara cambios dentro del santuario. Se presentó ante él y le ayudó a convencer a su madre de la “supuesta beca” para ir a estudiar a Grecia. Buen, si se ponía a pensarlo no le había mentido, pues en verdad el Patriarca si que iba a tener que darle lecciones no solo de griego, sino también de como ser Athena. Pero y ¿Si el chico no se sentía a gusto?
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¿No tienes miedo Sedrik?Y al escuchar su respuesta, dejó de lado todas aquellas inseguridades que la asaltaron de repente. Athena sabía lo que hacía, y le ayudaría en lo que pudiese a Sedrik para hacer de el un verdadero defensor de la humanidad.
Aunque lo que llamó su atención, es que desde que había encontrado al chico de cabellos rosas, a Vanity casi no se le sentía.